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miércoles, 18 de abril de 2012






Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia sin          traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis

es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse
qué sencillo           y también
no importa que el futuro
            sea una oscura maleza

la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa
él se sintió optimista
        nutrido
                   renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera
que después del amor salió a la noche
sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a componer la euforia
a recoger su parte del botín

mas su mitad de amor                            se negó a ser mitad
y de pronto él sintió
que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella su cuerpo dce ningún modo era
              la otra copa del brindis

y de nuevo se dijo
qué sencillo
                      pero ahora
lamentó que el futuro fuera oscura maleza

sólo entonces pensó en ella
                             eligiéndola
y sin dolor    sin desesperaciones
sin angustia y sin miedo
dócilmente empezó
                 como otras noches                                              a necesitarla.

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Tu reflejo en mis ojos

Paulo Coelho.