Más aún,jamás había tenido intención de quererle. Había una cosa que sabía a ciencia cierta,lo sabia en el fondo del estómago y en el tuétano de los huesos, lo sabia de la cabeza a los pies, lo sabia en la hondura de mi pecho vació...
El amor concede a los demás el poder para DESTRUIRNOS
y aun así no hice nada para evitarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario